"Llevaba muchos años siendo costalero, y un año más volvió a los ensayos, a ver si el esfuerzo de este año servía para que la Virgen escuchara los problemas que le rondaban la mente y el corazón.
Era un hijo más de esta crisis que estamos viviendo, y por mucho que los días se los pasara buscando y buscando, al final las hojas del almanaque lo devolvían a su oscura realidad, así que la única evasión, la única meta al menos una vez en semana, era meterse bajo el paso, y pedirle a la Virgen lo que Ella ya sabía.
Así llegó el día de sacar la papeleta de sitio, y así fue como confesó que este año no tenía dinero para pagarla, por las cornadas diaria sufridas por el toro del paro.
Dio igual. Nadie en la Hermandad quiso ponerse en su sitio, y así fue como este año no pudo meterse bajo el paso por no tener con qué abonar aquella cédula...
¿Es justo? No lo sé.
Lo único que digo es que a veces, las obras de Caridad no tienen por qué ir camino del Salvador. A veces las tenemos más cerca de lo que parece..."
Y por cierto. Es una historia absolutamente verídica que acaba de pasar en Jerez
Fuente: www.cofrademania.com
Algunos sabeis por que va esto, y para ellos, y para todos los que os encontrais en la misma situación, sólo daros ánimos, y seguir dedicando vuestro esfuerzo a Ella, que tarde o temprano os recompesara con creces.
